viernes, 31 de agosto de 2007

Money!

A pesar de que debo pagar la renta, llevar la ropa a la tintorería, comprar una lap (me urge), hacerme cargo de la cuenta del teléfono e internet, adquirir la despensa... y darle la tanda al MacArthur (sí, volverá la siguiente quincena), a pesar de padecer el legado de la Bartola, fui a comprobar de qué están echas la American y la de Bancomer.

Bien lo dicen las viejas, cuidado con las ofertas y las promociones, porque es probable que te vuelvas autista y no midas consecuencias... ya ni modo, fui a Gandhi y me dieron chance de pagar durante tres meses y sin intereses.

Let me see, let me see... Viernes 31 de agosto (bendita quincena), tres de la tarde, librería Gandhi de Madero, sólo una hora para elegir, pagar y correr hacia el trabajo.

Primero lo primero, Marcelo y Úrsula quieren entrarle al concurso de Punto de lectura. Órale, van los primeros cinco:
1. La eternidad por fin comienza un lunes, de Eliseo Alberto.
2. El arte de viajar, de Alaín de Botton.
3. Querida jane, querida Charlotte, de Espido Freire.
4. El materialismo histérico, de Xavier Velasco.
5. Novela de la lluvia, de Duve Daren.

Para mi clase en la Facultad, van otros tres:
1. París era una fiesta, de Hemingway.
2. La señora Dalloway, de Virginia Woolf
3. El Emperador, de Kapu (lina)... porque "alguien" jamás me devolvió el que compré en mis años mozos.

Para cuando me lance a Guanajuato y me acompañe en el camión:
1. La edición conmemorativa de Cien años de soledad.

Para "Z":
1. El amante de Janis Joplin, de Élmer Mendoza.

Por último, el cumpleaños del maestro Víctor fue hace dos semanas y no le regalé nada... además, ¿qué chingados le obsequias a quien le llegan novedades literarias y lee varias obras antes de que estén a la venta? Magister hace traducciones del portugués al español y viceversa... obviamente no le regalaría algo de Saramago o de Pessoa (¡jelou!, pues qué clase de wannabe creen que soy). Me habían hablado de Mário de Sá-Carneiro, pero en la pinche Gandhi está agotada su obra. Recordé que Víctor asistió a la presentación de Caetano Veloso, entonces el más reciente disco de éste sería la opción... y, por fortuna, acerté.



Posdata. En la lista de mis llamadas pendientes estaba una para "Z". Sí, necesitaba saber cómo está... le marqué... habla hasta por los codos... se encuentra bien, en vilo, pero bien.

jueves, 30 de agosto de 2007

¿En qué momento se jodió la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales?

"Compañeros, por desgracia han abierto los salones de clases".

A propósito de las manifestaciones en contra de "la aplicación de medidas económicas y laborales contrarias a los intereses de la clase trabajadora", los "trabajadores" de la Facultad decidieron no abrir los salones de clase. Quítate tú para quejarme yo.

Sólo chingaron a quienes teníamos sesión de siete a nueve de la mañana, porque las "autoridades", en plan de "redentores" (sí, este mar de comillas es para evitar repetir el prefijo seudo), ignoraron a los quejosos manifestosos y permitieron el acceso. Pusieron cara de "soy-un-cabrón, no respondo chipote con sangre" y recorrieron la Facultad.

Fue cuando uno de los camaradas revolucionarios del STUNAM tomó un megáfono y espetó la puñetera frase con la que inicié el texto.

Maldición, ¿en qué momento se jodió la FCPyS?

miércoles, 29 de agosto de 2007

We are in!

(Sospecho que con este texto llegará el primer golpe severo a mi blog. Suerte).

Uno de los caballitos de batalla en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales es A sangre fría... y con justa razón. Sólo un elemento a destacar: la redacción.

Capote no se permitió ni una coma fuera de lugar. Yo que he sido considerado más papista que el Papa y me han dicho enfermo de comitis, así como dependiente de las subordinadas, sé que Truman suministró la dosis precisa de signos y supo hacer de su narrador omnisciente al lazarillo perfecto, el guía de élite que selecciona lo que, sabe, nos resultará interesante.

En clase, un compañero comentó que el éxito de la obra cuando recién se dio a conocer estribó, sobre todo, en el impacto del hecho: el asesinato de una familia que representaba el sueño americano. No estoy muy seguro de la intervención de este término.

Sin duda, el protestantismo comparte la paternidad de dicha entelequia, no obstante, terminó de criarse durante la Guerra Fría, creció en los suburbios de Estados Unidos y el olor del diésel de los carros lujosos le provocó sus más placenteros orgasmos. Los Clutter en realidad (actually) son el paradigma del WASP (white anglo-saxon protestant) y del ciudadano de la llamada "América profunda". Sin duda, su asesinato fue un golpe certero a una de las identidades estadounidenses.

No somos tan distintos. Es como si Salvador Novo hubiera escrito una ¿novela? acerca del asesinato de una familia en Huescalapa, Jalisco. Hago la comparación para explicar que el terrible suceso acaeció en provincia, contexto poco apegado al american dream.

El sueño americano no creció con los Clutter, sino con la familia de Los años maravillosos, los Arnold.

El cristal con el que Capote observó el hecho es el de beatnik, que persivía como algo curioso al entorno de Kansas, donde unos rancheritos ricos decidieron pasar el resto de su vida, hasta que un par de ladrones de poca monta llegó a asesinarlos. ¿Recuerdan cuando en la película Capote Truman se burla del Kansas Bureau of Investigation (KBI)?


Soft news o del texto como un vino

Releí el más reciente correo electrónico de "Z"... hasta el sueño se me quitó. Sí, a los textos hay que dejarlos reposar, los propios y los ajenos, con miras a encontrar cosas que en la primera lectura pasaron inadvertidas.

Olvidaré el café, mis latas de coca light y las aspirinas... si quiero mantenerme en pie leeré lo que "Z" me ha enviado, pues en serio me levanta.

¿El video? Obviamente, Maps, de los Yeah Yeah Yeahs... Bon Apetit!

"Es Long John Silver, papá"

Todavía se apendeja, pero mi computadora ya está más rápida, por lo menos corren bien los videos. Para festejarlo, les comparto la tercera entrevista, la más reciente (no la última), que me publicaron. De nueva cuenta, agradecimientos a quienes han sido mis principales críticos en estos lares: el Pavelo y el Cristóbalo. Va el texto:

Luis Miguel Aguilar publicó su primera reseña en 1975, en el suplemento La cultura en México de la revista Siempre!, y en ese entonces su hermano, diez años mayor, ya estaba trabajando en dicho proyecto. Con el fin de evitar la “lata” de ser comparado e incluso identificado como “el hermano de Héctor”, a Luis Miguel le bastó firmar su trabajo únicamente con el primer apellido, sólo Aguilar, sin el Camín. Así que no se vaya a pensar que no tiene madre, para nada, pues a ella le dedica una parte considerable de sus obras, como muestra está la más reciente, Pláticas de familia. Poemas y prosa.

El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
“He sido hijo, he sido padre y, de algún modo, en Pláticas de familia están reflejados los diferentes modos de vivir esto. Se puede leer texto por texto (versos y prosas), pero también se puede leer con el sentido de un final, es decir, hay un principio y un seguimiento que va entrecruzando esas historias de familia”.

A pesar de identificar los roles que en la vida le ha tocado desempeñar, Aguilar confiesa que lleva cincuenta años tratando de averiguar quién es y, aun cuando encuentra pistas en lo que hace y le gusta hacer, o sea, escribir poemas, no se considera aún un poeta.

“El ciclo del poeta sólo te llega con la muerte, entonces, puedo decir que más bien soy un redactor de versos, empecé escribiendo versos y espero que lo último que haga sea también eso. He hecho también ensayos, sketches, relatos, crónicas, pero, si me preguntan, soy un redactor de versos, ya que no puedo decir que soy un poeta”.

Otra brújula para definir a Luis Miguel Aguilar la encontramos en una frase de Alberto Manguel, “somos lo que leemos”.

Uno de los primeros referentes a los que Pláticas de familia nos remite es a la obra de Robert Louis Stevenson, pues en ella la muerte de los personajes paternos no sólo simboliza un banderazo de salida, sino que resulta una manera de proyectar los deseos frustrados de cometer un parricidio.

“Yo tenía tres años de edad cuando mi padre nos dejó y casi cuarenta años después volvió a aparecer, esto me trajo muchísimos sentimientos encontrados, de odio, de amor, de rencor. Sin embargo, mi madre nunca comalizó el asunto, nunca nos juanpreciadizó.

“Stevenson mataba a su padre por haberlo tenido en exceso; yo lo mataba por haberlo tenido exiguamente”.

La isla del tesoro
Además de las experiencias que han servido de materia prima en la elaboración de su obra, Aguilar se detiene a reflexionar sobre el papel que desempeñan “las musas” (la inspiración) y “la hora-nalga” (la práctica) en el trabajo literario, para el cual “hay quien dice que se requiere 5% de inspiración y 95% de transpiración. Considero que es 50 y 50, pero se debe aclarar que son dos momentos, uno en el que te sientas a escribir y otro con el fin de corregir”.

En esta búsqueda del tesoro, cree determinante el factor tiempo, el que sirve para dejar reposar los textos, pues, cuando se retoman, pueden ser reforzados gracias a las experiencias adquiridas durante ese lapso de espera. Este es el momento de la corrección, para detectar esas muletillas que todos tenemos, no sólo orales.

“Yo utilizo mucho la palabra curioso, entonces, el tiempo me va a permitir corregir las estridencias. Pero no siempre hay que limpiarlo todo, también es importante que una que otra muletilla quede ahí, pues te dan un toque de autor, que el lector identifica”.

Además de una suma de musas, tiempo y hora-nalga, la aventura de escribir y llegar a la isla del tesoro que es publicar implica “enseñar nalga, atreverse, para que el lector diga: este cuate se atrevió a lo que yo no, a mí se me había ocurrido esto que ahora leo, pero que no me atreví a mostrar, porque pensé que era banal o cursi o demasiado personal”.

La resaca
Se ha dicho que Stevenson probablemente escribió El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde bajo el influjo del hongo cornezuelo, con el cual se obtiene el LSD. ¿Luis Miguel Aguilar se cree este cuento?

“Soy un bebedor fuerte, pero nadie puede escribir con intoxicación alcohólica o de alguna droga. Quizá la experiencia después sirva, pues algunas sustancias te abren puertas, pero en ese momento no, pues escribir exige estar seco y perfectamente sobrio”.

El diablo de la botella
“Aquello que cuenta la literatura puede tratar de todo; pero el final, sugirió Italo Calvino, todo en literatura se trata o de la vida o de la muerte. Los poemas y prosas que integran estas Pláticas de familia se ocupan de ambos asuntos, quizá sin delimitaciones exactas”.

Luis Miguel Aguilar es el personaje de su prosa, “bajo una dirección” justificada. Él recibió una educación religiosa, estudió con jesuitas hasta la secundaria. Determinante, dice que cree en la vida y en la muerte, a través de la literatura. Así, con la premisa implícita de: “para vivir, hay que morir”, nos comparte la experiencia de tener un pie en Quintana Roo y otra en la colonia Condesa, nos lleva a pescar marlin azul y, después, a leer Historia de la decadencia y ruina del imperio romano, de E. Gibbon, en una fiesta infantil dentro de un McDonald’s. Bienvenido a la familia.


lunes, 27 de agosto de 2007

¿Es un blog o una cátedra?

"Un blog es en donde cuentas tus cosas, ¿no?"

Mi espacio lleva la penitencia en el nombre. Les comparto "La historia de una libreta legendaria".

Moleskine es la mítica libreta de notas que utilizaban los artistas e intelectuales europeos de los dos últimos siglos: de Van Gogh a Picasso, de Ernest Hemingway a Bruce Chatwin. En formato de bolsillo y compañera de viaje fiable, guardó esbozos, apuntes, historias y sugerencias antes de que llegaran a convertirse en imágenes famosas o en páginas de libros míticos.

Producida originalmente en pequeñas fábricas manufactureras francesas que abastecían a las papelerías parisinas frecuentadas por las vanguardias internacionales, se convirtió algo imposible de encontrar a finales del siglo pasado: en 1986 desapareció su último fabricante, una empresa familiar de Tours. "Le vrai Moleskine n'est plus", este fue el anuncio lapidario de la propietaria de la papelería de la Rue de l'Ancienne Comédie, donde se abastecía Chatwin. El escritor inglés había hecho un pedido de cien Moleskines antes de salir para Australia: compró todas las que pudo encontrar, pero no fueron suficientes.

En 1988, gracias a la complicidad de una pequeña editorial milanesa, por fin, Moleskine ha vuelto a existir. Depositaria anónima de una tradición extraordinaria, ha retomado de nuevo su viaje. Registrar la realidad en movimiento, captar detalles y anotar sobre el papel la originalidad de la experiencia: Moleskine es un acumulador de ideas y emociones que liberan su carga en el tiempo.

La mítica libreta negra vuelve a pasar de un bolsillo a otro para acompañar, gracias a sus diferentes tipos de páginas, a los profesionales creativos y al imaginario de nuestro tiempo. La aventura de Moleskine sigue su curso: aquello que vendrá nos lo contarán sus páginas aún en blanco.

A Philippe la adquirí el 5 de enero de 2007, el día de mi cumpleaños. Sí, es realmente excéntrico (freak) ponerle nombre a una Moleskine, ni modo. En ella están los borradores de las reseñas que en Excélsior me han publicado, así como las guías para las entrevistas que realicé. Además, Philippe conserva nombres, direcciones y teléfonos.

Lo último que he escrito son mis comentarios para las clases con Careaga y un par de enunciados dedicados a "Z" (quien, con el fin de hacerme burla, ya está memorizando mis ademanes, frases y cómo hablo).

¿Personajes famosos y vi-vos que tengan también una Moleskine? El maestro Víctor Torres González y Guillermo del Toro, director de El laberinto del fauno. ¿También las habrán bautizado?

Agradecimientos: A los magisters Víctor Zúñiga y Mauricio Daniel Torres, quienes no dejaban de chingarme con que creara mi blog.
También a Víctor Espíndola, pues una pregunta suya, con dejo de desprecio, le dio título a esta página.

domingo, 26 de agosto de 2007

Opening

Hombres, de Fangoria.


Hiperperra Hiperrealidad

Va el cuento corto, pues estoy encabronadísimo por culpa de una diva del periódico. En un taxi me encontré La transparencia del mal, de Jean Baudrillard, a seis meses de la muerte del filósofo francés. Ó-ra-le... sin duda (será porque casi no viajo en taxi), un chafirete excepcional.

La sorpresa fue recíproca. Le pedí que me dejara revisar el libro (editorial Anagrama) e hizo cara de "¿Te estás dando cuenta de que no es un catálogo de El Palacio de Hierro?" Incluso aceleró para que se me dificultara la lectura... mejor, así llegaría más rápido a mi destino. No pude hojearlo a mis anchas porque tenía, en plan de separadores, tickets, papeletas del Melate y hojas arrugadas en las que alguna pendejada escribió.

Ó-ra-le. Una de las tesis principales de Baudrillard está vinculada con lo que expuse (me encanta esta palabra, ¿a usted no, maestro Alfonso López Barrenquy?) en la primera página del blog: ¿Qué chingados es lo real?


"El simulacro no es lo que oculta la verdad.
Es la verdad la que oculta que no hay verdad.
El simulacro es verdadero.
"

¿Qué sabemos de las recientes guerras que Estados Unidos ha emprendido? Pues lo que la televisión nos muestra, lo que CNN le reparte al resto de los medios. Nacho Ramonet retoma esta idea y la hace digerible (pues Baudrillard es un tanto intrincado, al fin galo) en Terrorismo, violencia y medios de comunicación. A dicha reconstrucción de la "realidad" el autor francés le llamó Hiperrealidad, que los televidentes recibimos como mansos corderitos, sin chistar.

En esta sección de la página no puede faltar un video. Ella no me conoce, de Austin TV. No, no muñe, no es el video de El Aro.




Agradecimientos: A Pavelo, por favor, visiten su myspace http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendid=174612376.
A Ere (güe, te quiero cañón, o sea, neto, súper, hiper y así, un chingo).
Al Cristóbalo.
Gracias por sus comentarios.

"Z", sabes que te quiero, con eso es suficiente. No, no debes preocuparte (aunque me gusta tu desasosiego, entre muchas otras cosas).

sábado, 25 de agosto de 2007

Cachorros

"Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos, entre todos los deportes preferían el fútbol y estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos desde el segundo trampolín del Terrazas, y eran traviesos, lampiños, curiosos, muy ágiles, voraces..."

...y veíamos demasiada televisión.

Cuando me reúno con mis contemporáneos a los que más quiero (no, jamás serán Novo, Villaurrutia o Nandino, pues esos trolos están muertos) y nos ponemos melancólicos, ya sea con una cerveza en mano, un café o un Boing de mango, siempre terminamos platicando acerca de nuestras caricaturas preferidas, repetimos los diálogos de aquellas historias sencillas, digeribles, cantamos los temas de los openings y los endings e invariablemente agradecemos que ya no las trasmitan, nunca más, pues perderían todo su encanto.

Bienvenidos los juicios de valor, pero yo no tengo elementos para criticar.
¿Por qué mi generación (¿una masa homogénea?) creció con Candy y Anthony en lugar de Frédéric Moreau y Rosanette? ¿Por qué seguimos las aventuras de Goku y no las del ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha? ¿Por qué lloramos con la miseria de Remi y no con la de Eponine? ¿Por qué conocimos las tentaciones del lado oscuro mediante Venom y no con Mefistófeles? ¿Por qué D'Artagnan tenía cara de perro y Long John Silver de zorro?

¿Acaso importa?

Y de las caricaturas, en las charlas melancólicas y sabrosas, pasamos a las series gringas. Desde Los años maravillosos (¿en verdad Paul es Marilyn Manson?) hasta Salvados por la campana, incluidas aquellas consideradas para "jóvenes-adultos", como Beverly Hills 90210 y Melrose Place. Elegí una que no fue tan manoseada, pero que a fuerzas te chutabas mientras llegaba la hora estelar destinada a la caricatura de moda. De ésas en las que resulta notorio el crecimiento (físico y psicológico) de los protagonistas. Insisto, bienvenidos los juicios de valor...

Maldición... únicamente les puedo dejar la liga, esfuércense y denle click: http://www.youtube.com/watch?v=WzrCXHvNwFo&mode=related&search=

Este texto se lo dedico a Guadalupe Martínez Franco. El párrafo inicial lo tomé prestado de Los cachorros, de Mario Vargas Llosa. Ninguna lágrima fue derramada durante la redacción.



(Continuará)

miércoles, 22 de agosto de 2007

Se inicia una nueva temporada



Y las series de televisión nos recordaron que la vida se divide en temporadas... La actual comenzó con el ascenso de Carlo Pini Riobó, mi primer jefe en Excélsior, y la llegada de Víctor Manuel Torres González al equipo de la sección en la que colaboro. Me dio mucho gusto por ambos (aun cuando fui el último en enterarse) y resultó fácil el proceso de transición, pues en El Universal ocurrió algo parecido, con Joel Hernández Santiago y Macario Schettino Yáñez, así como con Rossana Fuentes-Beráin.

Un personaje importante volvió en este temporada, Virginia Careaga Covarrubias, quien me aceptó como su alumno-profesor adjunto en la clase Literatura y Periodismo, obviamente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Juntos volvimos a reflexionar el concepto que de realidad han asumido distintos filósofos. Con un fin didáctico, distinguimos dos vertientes: una, la platónica y, otra, la kantiana.

Para el primer caso, Sergio Ramírez (el literato y político nicaragüense) nos remite a Berkeley, quien explica que lo que llamamos realidad es un conjunto de percepciones sesgadas, las cuales varían entre cada individuo, tendientes a crear un universo al gusto del consumidor. Sin embargo, esta postura la podemos encontrar muchísimo tiempo atrás, con Platón y el mito de la caverna, relato que, además, resulta un principio de la cinematografía.

"Todas las cosas que intuimos en el espacio o en el tiempo (...) no son más que fenómenos, es decir, puras representaciones", afirma Kant. Digamos que en nuestro camino encontramos un poliedro gris de concreto: no hay vuelta de hoja, tú y yo vemos el mismo poliedro, a menos de que alguno de los dos esté loco (pido mano). Los atentados a las Torres Gemelas tuvieron miles de espectadores, todos pueden comparar sus experiencias y van a coinsidir en la mayoría de los aspectos, por lo tanto es un hecho real, constatable.

Qué mejor fuente de ejemplos para aproximarnos a nuestro objeto de estudio que la literatura. Un cuento clásico para abordar a la realidad como algo relativo es En el bosque, del escritor japonés Ryūnosuke Akutagawa. Aquí el quid no es quién está diciendo la verdad (volvemos a la filosofía de café), sino cuál de las historias es más verosímil... Elijo la del bandido, Tajomaru, porque es de Introducción al Estudio del Peritaje Escéptico que cuando alguien se suicida no cae de espaldas, y así encontraron el cuerpo del difuntito. ¿Ah, no? Pregúntenle a los biógrafos de Mishima (para seguir en la línea nipona). He aquí un fragmento del fragmento (sigo esperando la traducción de Omar Feliciano, pues ésta está muy naca):

CONFESION DE TAJOMARU Sí, yo maté a ese hombre. Pero no a la mujer. ¿Que dónde está ella entonces? Yo no sé nada. ¿Qué quieren de mí? ¡Escuchen! Ustedes no podrían arrancarme por medio de torturas, por muy atroces que fueran, lo que ignoro. Y como nada tengo que perder, nada oculto.Ayer, pasado el mediodía, encontré a la pareja. El velo agitado por un golpe de viento descubrió el rostro de la mujer. Sí, sólo por un instante... Un segundo después ya no lo veía. La brevedad de esta visión fue causa, tal vez, de que esa cara me pareciese tan hermosa como la de Bosatsu. Repentinamente decidí apoderarme de la mujer, aunque tuviese que matar a su acompañante. ¿Qué? Matar a un hombre no es cosa tan importante como la que ustedes creen. El rapto de una mujer implica necesariamente la muerte de su compañero. Yo solamente mato mediante el sable que llevo en mi cintura, mientras que vosotros matáis por medio del poder, del dinero, y hasta de una palabra aparentemente benévola. Cuando matáis vosotros, la sangre no corre, la víctima continúa viviendo. ¡Pero no la habéis matado menos! Desde el punto de vista de la gravedad de la falta, me pregunto quién es más criminal. (Sonrisa irónica.)Pero mucho mejor es tener a la mujer sin matar al hombre. Mi humor del momento me indujo a tratar de hacerme de la mujer sin atentar, en lo posible, contra la vida del hombre. Sin embargo, como no podía hacerlo en el concurrido camino a Yamashina, me arreglé para llevar a la pareja a la montaña. Resultó muy fácil...


Además, a cada programa de televisión le corresponde uno o varios openings y endings, neologismos para definir el video y la música con los que se iniciará y se cerrará cada producción, respectivamente... Sí, cada día (capítulo) es musicalizado por Fangoria, ¿la rola? Hombres... pues "Tienes que aprender a resistir/tienes que vivir"...


(Continuará)