Por Omar Astorga
Verdad es que la noche del miércoles la Orquesta de YouTube debutó, en el Carnegie Hall de Nueva York. También, el mexicano Manuel Zogbi Ramos tuvo el honor de ser el concertino de la Sinfonía Internet Nº1 Heroica, compuesta para la ocasión. Pero las noticias no paran ahí. Inti Bullón Bobadilla consiguió llegar a Nueva York y, aun cuando no participó en el concierto —pues, para otorgarle la visa, la embajada de Estados Unidos lo obligó a prometer que no tocaría—, pudo escuchar a sus colegas y convivir con ellos.
“La noche del martes nos dijo que decidía ir a la embajada de Estados Unidos, ya que, como había quedado abierto el trámite de la visa, comentó ‘a ver qué pasa, ya no voy a tocar, pero que me den por lo menos para oír’”, explica el papá de Inti, Ulises Bullón, quien se dijo sorprendido de la determinación de su hijo de salir la madrugada del miércoles rumbo a la Ciudad de México, “a probar suerte”.
Sin embargo, Inti no salió desarmado. Les requirió a sus papás las notas que la prensa había publicado sobre su caso. “Nos pidió los periódicos, él dijo que los llevaría para que vean en la embajada que ya no voy a tocar, porque los ensayos se iniciaron el lunes. Yo creo que fue por lo que publicó Excélsior”, precisa Ulises Bullón.
A la una de la tarde del miércoles, el joven veracruzano habló por teléfono a su casa para darles la noticia: las autoridades de Estados Unidos le otorgaron la visa, pero condicionada.
“A la gente de la embajada le dije que ya se me habían pasado todos los ensayos, que, desde el punto de vista artístico-técnico, es imposible que toque, entonces puedo ir, ahora sí, por lo menos a escuchar el evento. Y la respuesta fue positiva, pero con la promesa de que no tocaría. Me hicieron prometerles que no tocaría. Me dijeron: ‘confiamos en que no lo harás, porque si tocas, es algo ilegal, y posiblemente no vuelvas a entrar a los Estados Unidos nunca más”.
Tras aceptar y franquear el muro invisible que se había levantado entre la Orquesta Sinfónica de YouTube y él, inmediatamente fue al aeropuerto, a tomar un avión rumbo a Nueva York.
“De hecho, llegué muy tarde al concierto, ya escuché las últimas tres piezas solamente y el encore. Pero, como tú dices, eso valió la pena, la verdad, porque cuando llegué al Carnegie Hall, en el momento en el que ya por fin me dejaron entrar y me acomodé en un asiento en un palco, dije: ¡Oh!, esto es mágico, por fin estoy aquí, escuchando a la orquesta. Y sonaba tremendamente bien. Fue un momento muy bonito para mí.”
Pero el jalapeño no fue un espectador más. La gente de YouTube lo reconoció como lo que es, uno de los violistas de la orquesta. Y la travesía de Inti Bullón Bobadilla hacia Ítaca, un viaje largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias, como diría Kavafis, prosiguió.
“Después, al terminar el concierto, me dieron un gafete para indicar que yo también era parte de la orquesta. Pude entrar a la parte de atrás del escenario y ver a mucha gente que sólo conocía por video. Además conocí a Tan Dun, a Gil Shaham, el gran violinista. A todos les decía mi historia y me externaron su apoyo”, relata.
Incluso su lugar en el video Harmony: El camino al Carnegie Hall lo seguía esperando. “A la gente del documental le dio mucho gusto que haya podido llegar, a ellos en particular, no sé por qué. Me hicieron una entrevista y me preguntaron qué fue lo que pasó con lo de mi visa.”
Inti compara su caso con el del violinista rumano seleccionado, Titus Flueras. “Él me cuenta que, en el momento en el que solicitó su visa en Rumania, cuando estaba en la fila para la entrevista, la gente de la embajada lo reconoció y le dijo, ‘Señor, usted no tiene que formarse, usted es el de la Orquesta de YouTube, ya le tenemos su visa de turista lista. A su regreso nos dice cómo le fue.
"Yo le dije, qué cambio, a mí me trataron como basura en la embajada en México. Por eso no pienso que sea nada del gobierno de Estados Unidos, sino específicamente de la embajada en México.”
2 comentarios:
Changos y recontra simios.
La nota es la nota. O la crónica. O lo que sea que sea esta cosa. Cosa, jaja.
¿Qué tiene usted con Ítaca? Habrá que someterlo a un psicoanálisis freudiano. O mínimo pasarle un chismógrafo, de esos que se estilaban tanto en la secundaria.
En la secundaria le decían caldo al faje. Al menos en mi secundaria rural. ¿En la tuya también?
Ahora mismo me iré a Youtube a buscar las palabras "caldo" y "secundaria", a ver qué sale. A lo mejor sale un videín de alguien a quien le dan violín. Quién quita hasta termina en una orquesta.
¿Ve cómo la vida es cíclica?
ahh.. pinches changos. ¿cómo es posible que a una persona que ama tocar se le condicione no hacerlo en un lugar en el que él debería estar?
No es justo... no entiendo a las personas, más a al embajada de Estados Unidos.
Ni hablar... ya vendrán momentos mejores para el muchacho.
por cierto carnalito, escuché que Carmen sacó nota de su seguimiento del caso... felicidades... ahora lo envidio de sobremanera.
Saludos
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