¡¿En serio?! No ma... ¿Eso hiciste?
Pues el lunes fue la fiesta de la empresa (en Santa Fe, güe, por cierto, jamás encontramos la cabeza Olmeca de la que nos habló el maestro Alfonso... bueno, creo que Gonsen la llegó a ver en los baños de hombres) y estuvo muy chida: chupe hasta decir basta (podías pedir y pedir y pedir, por ello los güisquitos fueron mis mejores amigos —París de noche—), comida (no dejo de sorprenderme a mí mismo, sólo comí una tostada de ceviche, verdá de Dios), música en vivo (con grupo "versátil": desde La quinta Estación, pasando por Los Ángeles Azules —¿cómo te voy a olvidar?—, hasta Paulina Rubio —"Y nada de esto fue un error"— y Miranda!, o sea, equis... estuve tentado a pedirles Stand inside your love, de los Smashing, o mínimo algo de los Strokes) y mucha gente.
Como es mi costumbre, anduve de mesa en mesa, dizque platique y platique, pero es la hora en la que no me acuerdo exactamente de cuáles fueron los temas trascendentales que abordé, sí estoy seguro con quién estuve, eso sí.
El caso es que llegó el momento de la verdad, la hora cuchi cuchi, aquélla en la que uno muestra el cobre y definimos el tipo de borracho que somos... alguien le dijo "Pega textos" a Mario Carbonell y ése lo asumí como un insulto para todo el gremio peonero de los editores, así que me prendí y me puse impertinente... afortunadamente el afer pegatextos (sí, ahora junto, de seguido: "pegatextos") terminó con un borrachín chillando en una esquina... no, en realidad dos borrachines y mi querida Dulce Liz Moreno, ella soportándonos, duo pendenciero gritando: "No somos pegatextos, maldita sea"...
Aquí entra como anillo al dedo el comentario que me dejó Mr. Nagual (sí, ya voy a empezar de presumido):
"Saludos, gracias por responder a la filisófica pregunta de La guarida del nagual. Dicen los reporteros (ya ves cómo son de cábulas) que reportero sin suerte no es reportero: es editor. Lo cierto es que en el mundanal mundo del periodiquerismo el editor es el aliado oculto, el que arregla la nota y el que menos crédito (y en algunos casos los regaños), es quien tiene que añadir mucho plus a la información..."
Sr. Nagual, usté diga cuándo nuestra dosis de choro y cafeína, que me encantan.
...Para no poner más en evidencia el estilo perdido, aquél que se fue sin decir adiós de aquella fiesta de la empresa, me la seguí en la bien ponderada Bóveda (cantina que me significa un remanso de paz), no sin antes despedirme de Paola (¿por qué en esas fiestas del periódico he terminado discutiendo con esa mujer que no me quiere?), fémina, si lees esto... ja, sé que no lo leerá.
El mantra de la semana: No soy pegatextos, no soy niña y no vuelvo a decir majaderías frente a una dama (estoy casi seguro de que Vianey Esquinca va a reprobar mi imagen por haberle preguntado si alguna vez consideró que "la cagué" al revisar sus textos).
No se me apareció mi maestro Obi Wan Rafael Tonatiuh para ayudarme contra esos malditos güisquis del imperio: una victoria (¿o era Indio?) más para el Lado Oscuro. Pero nos veremos en el Negresco...
Yo acuso (pero luego luego me desdigo, eh)
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J.C.O.P. Y claro, la maravilla de oír hablar a gente de dudoso proceder
acerca de gente de dudoso proceder. Ahumada acusa, De la Madrid acusa,
Salinas acu...
Hace 15 años
5 comentarios:
pfffffffffff... la gente me cae mejor borracha y MÁS MEJOR si se está en
Francia. ajaja. a los borrachines nefast me encanta ponerlos en su lugar y después de eso no se vuelven a ver en mis alrededores.
enfin, el que esté libre de lagunas mentales por alcohol, que tire la primera piedra.
y no eres un pegatextos.
abrazo.
no vuelven a verse en mis alrededores.
Mi querido Omar... no conocia esa faceta tuya, aprendi que se debe tener cuidado con los comentarios que se hagan de ciertos temas y que se deben usar las palabras correctas para no crear confusion ni malos entendidos. Lei la cronica completa y lo unico que me brinca es la actitud frente a Vianey Squinca, que por cierto, no tenia el gusto de conocerla y me parecio grata a los sentidos. Bueno, espero que Vianey comprenda y olvide ese pequeño incidente.... Y aclaro, estoy de cuerdo en que no eres pegatextos.... Un abrazo...
Parafreseemos:
Si un editor es un reportero sin suerte, un reportero no es sino un escritor de medio pelo.
(Y ahora espero a que todos mis maestros, compañeros de generación, reporteros y demás aludidos se lancen sobre mí con sus argumentos filosísimos sobre la barbaridad que acabo de escribir)
Provocaciones aparte, Señorito, no sea lea mi aseveración como un insulto hacia el gremio periodístico, sino como una máxima apologética, en la búsqueda de reivindicar a mi ex Profesor Adjunto (y con mayúsculas, para que sea más rimbombante) y pegatextos favorito.
Osculo Navideño.
Por supuesto que eres un pegatextos...
PEGATEXTOS... lerolero
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