“No es una película para pantalla grande”
Una copia de la película mexicana Padre Pro, dirigida por Miguel Rico, será exhibida en Roma durante el cónclave de la Congregación General de la Compañía de Jesús que decidirá, entre otros asuntos, quién será el sucesor de Peter Hans Kolvenbach, que renunció al cargo de prepósito en 2006.
Aunque el objetivo de los realizadores fue más modesto: se fijaron como meta realizar una biografía del beato mexicano, pues, según el director Miguel Rico, a Miguel Agustín Pro Juárez se le sigue confundiendo con José León Toral, asesino material del entonces presidente electo Álvaro Obregón.
“Ya hubo una pequeña función para un grupo de jesuitas y observé que ellos reafirmaron su vocación en ese momento. Posteriormente, el padre provincial me dijo: ‘Miguel, me voy a llevar la película a Roma y la voy a enseñar en la reunión de los jesuitas en enero’, después me enteré que se refería a la que se va a realizar para elegir al padre general”.
Además, la proyección de la cinta en Roma, así como en salas comerciales de México, coincide con las intenciones de canonizar al padre Pro, evento que aún no tiene fecha.
El pasado 15 de noviembre, la cinta Padre Pro se proyectó por primera vez en el III Festival Internacional de Cine Tercer Milenio, de Guadalajara, acto promovido por el Vaticano.
“Cuando nos invitaron, pensé que era un festival de dos o tres películas religiosas. Pero al llegar, me di cuenta de que eran 35 películas, de las que sólo tres eran mexicanas; las otras, producciones extranjeras con grandes presupuestos. Sólo hubo tres premios. Nos dieron una mención honorífica y el gran premio del público. Y ahí nos fuimos enterando de que la película tenía otras aristas.”
El director explica que inmediatamente le manifestaron suspicacias sobre objetivos distintos a “clarificar” la imagen del beato, pues su proyección coincide con una caída demográfica de la orden y los preparativos del centenario del proceso revolucionario del cual emanaron quienes fusilaron, sin juicio previo, a Miguel Agustín Pro Juárez.
“Precisamente es donde salen: ‘¡Ah!, aquí estamos hablando de una lucha de los poderes’… y otras personas dijeron: ‘¡Ah!, están ustedes haciendo proselitismo por las vocaciones sacerdotales’.”
No obstante la situación (o justamente debido a ella), el boletaje se agotó una hora después de anunciada la función, lo cual obligó a los organizadores a abrir una sala más y esto se repitió en seis ocasiones, con peculiares reacciones de los asistentes.
“Cuando terminó la función, la gente empezó a aplaudir y a cantar, porque la película cierra con una marcha religiosa, titulada Tú reinarás, muy cristera, con la que despidieron al padre Pro en su funeral. Incluso seguían cantando sobre los créditos. A los tapatíos los emocionó muchísimo”, narró el director.
“Teníamos calculado terminarla el 20 de noviembre, pero cuando nos invitaron al festival, tuvimos que cortarle días. A las ocho de la mañana, del día 14 (uno antes de la primicia), sólo el editor y yo habíamos visto la película y debíamos tomar el vuelo dos horas después”, indicó.
La película no podía esperar, no más de lo que ya había aguantado en la mente del sacerdote Alberto Vargas, quien escribió el guión de la cinta.
“El padre Alberto Vargas fue mi maestro en secundaria y preparatoria en Guadalajara. Nos conocemos desde hace 45 años. Hace como siete años me platicó que quería hacer la película sobre el padre Pro, me pareció buena idea, pero carísima”.
Durante el proceso de investigación documental para crear el guión, Miguel Rico advirtió cómo su mentor fue haciéndose de recursos. “Platicaba el proyecto y había quien aportaba cien o mil pesos simplemente porque decía ‘Yo quiero ver esa película’, y mucho dinero proviene de gente humilde, algunos de ellos, emigrantes. Hasta que, en enero del año pasado, tomamos la decisión de comenzarla”.
Otra prueba que la cinta superó fue la de la aceptación de los familiares de los personajes reales. Al finalizar una de las funciones, “una señora se levantó muy conmovida porque acababa de ver en la pantalla a su abuelo, al general Cruz: ‘así era mi abuelo’, dijo”.
Incluso Lucinda García, productora de arte de la película, es bisnieta de Plutarco Elías Calles, y proporcionó al equipo material auténtico de la familia, con miras a que Érick del Castillo caracterizara de manera fehaciente al general.
“El hijo de Roberto Pro, así como el nieto, acudieron a ver la película y salieron conmovidos. El hijo dijo: ‘Quiero ver a mi papá’, refiriéndose a los actores que interpretaron a Roberto, tanto al joven como al maduro. Es cuando uno dice, ah, chihuahua, ¿qué está pasando aquí?”.
Anabel Ferreira fue el segundo rostro conocido que participó en el rodaje. Ella interpreta a La Golondrina, una prostituta cercana al padre Pro. Para el papel, la actriz convivió con algunas sexoservidoras de Sullivan, a fin de crear la sicología del personaje e incluso rescatar algunas frases, por ejemplo, que ellas viven “entre la esperanza y la desesperanza”.
No sólo los efectos producidos en los asistentes de las proyecciones restringidas han generado expectativas; además, el tráiler que se subió a You Tube ha contribuido a que aumente la demanda para que se lleve la vida y la muerte del padre Pro a las salas de las principales cadenas de cine; asimismo, fue por conducto de los avances en internet como consiguieron apoyo económico para extender las grabaciones.
“Desde el principio pensé que esta película no es para pantalla grande, más bien para exhibirla en círculos cerrados, como colegios y universidades, pero lo que vi en Guadalajara me hizo cambiar de opinión. Ahí vi a niños, gente adulta, jóvenes, y vi cómo se agotaron los boletos.
“Hay tres distribuidores interesados, vamos a empezar a tener las pláticas la semana que entra. Al final de cuentas, el costo publicitario, de copias, etcétera, es caro y va a ser más caro de lo que costó la película.
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