viernes, 2 de mayo de 2008

Le gustaba empinar el codo


En esta sección hemos presentado algunos videos en los que los protagonistas son sacados de su contexto habitual y actúan de formas que no nos hubiéramos imaginado ver o, por lo menos, encontrar en YouTube. Hoy añadiremos otro de esta índole.

Mirando a un pasado reciente, en los setenta una marca de vinos firmó contrato con el director de la película El Ciudadano Kane, es decir, Orson Welles (este genio estadounidense que se desempeñó como productor, escritor y actor). Tal vínculo lo llevó a participar en un comercial famoso o, más bien, infame durante esa década en Estados Unidos.

En el promocional que se dio a conocer en 1978, Welles sin problema alguno habla del impecable sabor de la champaña de California…



No obstante, para llegar a esas imágenes se tuvieron que hacer muchas tomas, debido al estado del protagonista. En el video de esta semana se muestra a un Orson Welles totalmente borracho que incluso no responde a las señales del director cuando grita acción o al dar el golpe de la pizarra.

También resulta muy gracioso ver las reacciones de las personas con las que debe interactuar en el comercial, sobre todo la muchacha que lo acompaña, pues es notorio su esfuerzo para contener la risa.

Hay un chiste común entre los blogeros que compartimos este video… Welles era un actor que se entregaba al máximo a sus papeles.



No fue la primera vez que Welles accedió a ser la imagen de bebidas alcohólicas, protagonizó otro en 1979 y un par más en 1980, cinco años antes de su muerte.

Para ese entonces, el actor-cineasta-productor-guionista-alcohólico ya había realizado la adaptación radiofónica de La guerra de los mundos, suceso que causó conmoción y pánico en su auditorio debido al realismo con el que recreó un noticiario en el que se informaba sobre una supuesta invasión extraterrestre que comenzaba en Nueva Jersey y Nueva York.

1 comentario:

Pável dijo...

Es aún mejor ver a Zapatero cantando el Aserejé, como el beodo que es.

Y lo mejor: se sabe la coreografía, impecable; las manitas, todo a su tiempo. Me quito la gorra de camionero ante tan respetable y bigotudo mandatario.