sábado, 19 de abril de 2008

Calabazas a la medianoche




Por: Gabriel Medina
Excélsior (14-abril-2008)

Para los fans más acérrimos no fue The Smashing Pumpkins el grupo estelar del Zero Fest, sino Billy Corgan (voz y guitarra), acompañado de Jimmy Chamberlain (batería y percusiones) y otros tres músicos invitados cantando éxitos del grupo que se desintegró en 2000 y regresó en 2007.

Desde abril del año pasado se sabía que ni James Iha (guitarra) ni D’arcy Wretzky (bajo) ni Melissa Auf der Maur (bajo), quien sustituyó a Wretzky, en 1999, serían parte de la reunión del grupo fundado en Chicago, pero eso no desanimó a los nostálgicos que se reunieron ayer en el Autódromo Hermanos Rodríguez y conocen mejor las canciones que a los músicos que las ejecutaron durante muchos años.

El tema 1979 de su disco doble Mellon Collie and the infinite sadness, que Corgan tocó al principio sólo acompañado de su guitarra acústica, probó ser definitivamente un himno de la llamada Generación X, ya que la corearon no sólo los seguidores de “hueso colorado” del grupo, sino también quienes conocen únicamente dos o tres canciones de la banda formada en 1988.









La mayoría de las casi 45 mil personas reunidas, disfrutaron del concierto, cantaron extasiados y saltaron con Tonight, tonight y Bullet with butterfly wings, a pesar de que las tocaron Jeff Schroeder (guitarra), Ginger Reyes (bajo) y Lisa Harrinton (teclados) y no los integrantes originales del grupo. Lo que demostró que el rock siempre será mejor asociado por el inconsciente colectivo con una canción y no con una cara.

Ginger Reyes tocó sólidas líneas con su instrumento mientras Corgan, vestido con su ya tradicional especie de falda plateada, predicó como un mesías del rock. “Dios dijo hágase la luz y se hizo, Dios dijo hágase la guitarra y se hizo. México, ¡yo digo que se haga el rock!”, exclamó provocando alaridos ensordecedores entre sus fieles súbditos.

Mientras Corgan cantaba That’s the way (My love is), miles de teléfonos celulares y pequeñas cámaras de video capturaron el momento para siempre.

Otro momento muy emocionante fue cuando la banda tocó una versión distinta de Ava adore, ya que la gente reunida cantó al unísono "We must never be apart", el coro del tema contenido en su disco Adore de 1998.

También ejecutaron United States, de su disco más reciente Zeitgeist, cuya portada roja con una estatua de la libertad semisumergida en el mar abundó estampada en las camisetas de los presentes. Al final de la misma, Corgan tocó una versión casi totalmente distorsionada del himno estadunidense (Star spanggled banner) y Ginger Reyes movía su cuerpo cadenciosamente al ritmo de su bajo.

A pesar de los aplausos y abundantes chiflidos, el grupo se fue para no regresar, a las 23:30 horas y aunque el reconocido Dj alemán Timo Maas ofreció un energético set de techno y trance progresivo, que terminó después de la medianoche en el escenario contiguo, la mayoría de la gente dio por terminado el concierto y se fue a su casa exhausta después de casi 10 horas de música, polvo, sol intenso, abundante lluvia y, más tarde, frío.

2 comentarios:

Venecia de Septiembre dijo...

Ay si Ay si! yo sí fui al concierto de los Smashings! jajaj! Qué bueno, como te dije no me tocóen México... pero quizá aplicaré lad e mi amigo que hasta tú te grabaste en la memoria... iré a los Eatates nada más para verlos! jojojo!

Pável dijo...

No hay justicia, ahí debió andar Amandititita cantando Viernes de quincena.

Amandititita, Presidenta Legítima del Zero Fest.