domingo, 26 de agosto de 2007

Hiperperra Hiperrealidad

Va el cuento corto, pues estoy encabronadísimo por culpa de una diva del periódico. En un taxi me encontré La transparencia del mal, de Jean Baudrillard, a seis meses de la muerte del filósofo francés. Ó-ra-le... sin duda (será porque casi no viajo en taxi), un chafirete excepcional.

La sorpresa fue recíproca. Le pedí que me dejara revisar el libro (editorial Anagrama) e hizo cara de "¿Te estás dando cuenta de que no es un catálogo de El Palacio de Hierro?" Incluso aceleró para que se me dificultara la lectura... mejor, así llegaría más rápido a mi destino. No pude hojearlo a mis anchas porque tenía, en plan de separadores, tickets, papeletas del Melate y hojas arrugadas en las que alguna pendejada escribió.

Ó-ra-le. Una de las tesis principales de Baudrillard está vinculada con lo que expuse (me encanta esta palabra, ¿a usted no, maestro Alfonso López Barrenquy?) en la primera página del blog: ¿Qué chingados es lo real?


"El simulacro no es lo que oculta la verdad.
Es la verdad la que oculta que no hay verdad.
El simulacro es verdadero.
"

¿Qué sabemos de las recientes guerras que Estados Unidos ha emprendido? Pues lo que la televisión nos muestra, lo que CNN le reparte al resto de los medios. Nacho Ramonet retoma esta idea y la hace digerible (pues Baudrillard es un tanto intrincado, al fin galo) en Terrorismo, violencia y medios de comunicación. A dicha reconstrucción de la "realidad" el autor francés le llamó Hiperrealidad, que los televidentes recibimos como mansos corderitos, sin chistar.

En esta sección de la página no puede faltar un video. Ella no me conoce, de Austin TV. No, no muñe, no es el video de El Aro.




Agradecimientos: A Pavelo, por favor, visiten su myspace http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendid=174612376.
A Ere (güe, te quiero cañón, o sea, neto, súper, hiper y así, un chingo).
Al Cristóbalo.
Gracias por sus comentarios.

"Z", sabes que te quiero, con eso es suficiente. No, no debes preocuparte (aunque me gusta tu desasosiego, entre muchas otras cosas).

1 comentario:

Pável dijo...

A mí no me asombra tanto como al chafirete que mi buen Jean te guste, jojojo, pero sí me asombra que no hables del pornoestéreo, que es lo más interesante que tiene ese hombrecillo.

¿Qué obra era? ¿Ya leíste De la seducción? Y si la respuesta es negativa ¿Qué demonios esperas?

P.D. Gracias por la difusión.