miércoles, 22 de agosto de 2007

Se inicia una nueva temporada



Y las series de televisión nos recordaron que la vida se divide en temporadas... La actual comenzó con el ascenso de Carlo Pini Riobó, mi primer jefe en Excélsior, y la llegada de Víctor Manuel Torres González al equipo de la sección en la que colaboro. Me dio mucho gusto por ambos (aun cuando fui el último en enterarse) y resultó fácil el proceso de transición, pues en El Universal ocurrió algo parecido, con Joel Hernández Santiago y Macario Schettino Yáñez, así como con Rossana Fuentes-Beráin.

Un personaje importante volvió en este temporada, Virginia Careaga Covarrubias, quien me aceptó como su alumno-profesor adjunto en la clase Literatura y Periodismo, obviamente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Juntos volvimos a reflexionar el concepto que de realidad han asumido distintos filósofos. Con un fin didáctico, distinguimos dos vertientes: una, la platónica y, otra, la kantiana.

Para el primer caso, Sergio Ramírez (el literato y político nicaragüense) nos remite a Berkeley, quien explica que lo que llamamos realidad es un conjunto de percepciones sesgadas, las cuales varían entre cada individuo, tendientes a crear un universo al gusto del consumidor. Sin embargo, esta postura la podemos encontrar muchísimo tiempo atrás, con Platón y el mito de la caverna, relato que, además, resulta un principio de la cinematografía.

"Todas las cosas que intuimos en el espacio o en el tiempo (...) no son más que fenómenos, es decir, puras representaciones", afirma Kant. Digamos que en nuestro camino encontramos un poliedro gris de concreto: no hay vuelta de hoja, tú y yo vemos el mismo poliedro, a menos de que alguno de los dos esté loco (pido mano). Los atentados a las Torres Gemelas tuvieron miles de espectadores, todos pueden comparar sus experiencias y van a coinsidir en la mayoría de los aspectos, por lo tanto es un hecho real, constatable.

Qué mejor fuente de ejemplos para aproximarnos a nuestro objeto de estudio que la literatura. Un cuento clásico para abordar a la realidad como algo relativo es En el bosque, del escritor japonés Ryūnosuke Akutagawa. Aquí el quid no es quién está diciendo la verdad (volvemos a la filosofía de café), sino cuál de las historias es más verosímil... Elijo la del bandido, Tajomaru, porque es de Introducción al Estudio del Peritaje Escéptico que cuando alguien se suicida no cae de espaldas, y así encontraron el cuerpo del difuntito. ¿Ah, no? Pregúntenle a los biógrafos de Mishima (para seguir en la línea nipona). He aquí un fragmento del fragmento (sigo esperando la traducción de Omar Feliciano, pues ésta está muy naca):

CONFESION DE TAJOMARU Sí, yo maté a ese hombre. Pero no a la mujer. ¿Que dónde está ella entonces? Yo no sé nada. ¿Qué quieren de mí? ¡Escuchen! Ustedes no podrían arrancarme por medio de torturas, por muy atroces que fueran, lo que ignoro. Y como nada tengo que perder, nada oculto.Ayer, pasado el mediodía, encontré a la pareja. El velo agitado por un golpe de viento descubrió el rostro de la mujer. Sí, sólo por un instante... Un segundo después ya no lo veía. La brevedad de esta visión fue causa, tal vez, de que esa cara me pareciese tan hermosa como la de Bosatsu. Repentinamente decidí apoderarme de la mujer, aunque tuviese que matar a su acompañante. ¿Qué? Matar a un hombre no es cosa tan importante como la que ustedes creen. El rapto de una mujer implica necesariamente la muerte de su compañero. Yo solamente mato mediante el sable que llevo en mi cintura, mientras que vosotros matáis por medio del poder, del dinero, y hasta de una palabra aparentemente benévola. Cuando matáis vosotros, la sangre no corre, la víctima continúa viviendo. ¡Pero no la habéis matado menos! Desde el punto de vista de la gravedad de la falta, me pregunto quién es más criminal. (Sonrisa irónica.)Pero mucho mejor es tener a la mujer sin matar al hombre. Mi humor del momento me indujo a tratar de hacerme de la mujer sin atentar, en lo posible, contra la vida del hombre. Sin embargo, como no podía hacerlo en el concurrido camino a Yamashina, me arreglé para llevar a la pareja a la montaña. Resultó muy fácil...


Además, a cada programa de televisión le corresponde uno o varios openings y endings, neologismos para definir el video y la música con los que se iniciará y se cerrará cada producción, respectivamente... Sí, cada día (capítulo) es musicalizado por Fangoria, ¿la rola? Hombres... pues "Tienes que aprender a resistir/tienes que vivir"...


(Continuará)

2 comentarios:

Cristóbal dijo...

Señor: una primera impresión qyue me llevo de la lectura es que usted es inteligente pero en ocasiones poco claro. Aunque lo más probable es que luego de 10 horas frente a un monitor me dificulten una mejro compresión de sus escritos.

Unknown dijo...

CHOMPOS EN LA BOTELLA, UN ENORME POSTE METIDO EN UN AUDITORIO, CAJAS DE CARTON APILADAS EN LA BODEGA, LAS ENORMES MALTEADAS DE CHOCOMILK ANTES DE SALIR, LOS CURSOS DE VERANO...LA TIA GODA...
SENTADOS EN EL PISO DELANTE DE LOS SILLONES Y FRENTE AL TELEVISOR CON ESAS CARICATURAS.
RISAS SIN CESAR, BURLAS QUE DISFRUTABAMOS, PANTALONES Y PLAYERAS SUCIAS A MÁS NO PODER; MUGRE QUE DENOTABA EL GOZE DE NUESTRA INFANCIA, NADA NOS IMPORTABA, SIMPLEMENTE ESTAR JUNTOS.

AÑOS MAS TARDE AGUA DE AZUCAR; ENTENDIMOS QUE LOS SILLONES HABIAN SIDO HECHOS PARA SENTARSE Y DISFRUTAR NUESTRA COMPAÑIA...¡OH POR QUE NO UNAS NARANJAS CON CHILE!, YA NO ERAN CARICATURAS, YA NO ERAN RISAS.
AHORA ESAS SERIES DE ADOLESCENTES, LA BUSY Y AMANDA. HABIAMOS CRECIDO Y LA MUGRE YA IMPORTABA, LAS BURLAS YA DOLIAN, EL CORAZON YA SE NOS ROMPÍA EN MIL PEDAZOS Y LO RECOGIAMOS CON TODO Y LA TARJETA DE AMOR DE LOS BURURUNDIS.

AÑOS MÁS TARDE ESA FELICIDAD, ESAS RISAS, CON ESA CARA VERDE QUE NOS LLEVARÍA AL ZOOLOGICO, A LOS RASPADOS, A LAS MAQUIS, A LOS COLUMPIOS, A MOJARNOS EN LA ESCUELA, A LAS MORDIDAS Y RAZGUÑOS DE NIÑOS…¿LO RECUERDAS?

NO CABE DUDA QUE HEMOS CRECIDO. Y ASÍ COMO LAS CARICATURAS, HABRÁN DE PASAR, PERO NUNCA DE OLVIDAR. TE QUIERE SIEMPRE TU TIA XITARA, DESPUES TITANIA Y HOY LA BRUJA MALVADA DE LOS CUENTOS DE HADAS. GRACIAS POR HACERME SENTIR VIEJA. SOLO TE RECUERDO QUE LA DIFERENCIA ES DE DOS MESES.