Quiero parafrasear a Steven King (¿o en realidad es a Bruce Springteen?): He visto el futuro del periodismo y su nombre es Mauricio Daniel Torres.
Hace poco platiqué con un amigo en común y coincidimos en que Mau tiene el espíritu de un periodista de la vieja escuela y está dotado con las mejores herramientas de su generación. Es investigador nato y un devorador de libros. Le entra a la creación literaria y, sin duda, disfruta del chacaleo, de la búsqueda de la nota. Posee técnica y método.
Hay quien dice que lo veo como a un hermano menor o mi alumno constante. Para nada. La charla con Mauricio es entre iguales.
Sin duda, compartimos referentes, pero es debido a su crítica límpida que en verdad disfruto perder un debate frente a él. Claro, su charla exige conocimientos, información, sin embargo, no es un examen en el que el fin sea chingar al otro. Mau está más allá del bien y del mal.
En verdad que jamás he visto en él dejo alguno de arrogancia. A sus 22 años ya es coeditor en la sección de Opinión de uno de los mejores periódicos del país. Le han publicado notas, reportajes y entrevistas. Además, próximamente sus cuentos serán reconocidos y remunerados.
Agradezco su amistad, pues ha seguido con atención y paciencia la cadena de estrés que padezco en la chamba, a lo que le llamo el síndrome Caín-Abel.
Como yo, sabe de lo absorbente del bendito oficio del periodista y que no hay horarios o días de descanso inamovibles.
Todavía su esfuerzo no gira únicamente en torno al dinero, quiero aprender eso. Aunque quizás él debe aprender a sacarle jugo a las relaciones públicas. Apuesto a que ya le hubieran publicado sus cuentos de saber oprimir los botones indicados.
Hace poco platiqué con un amigo en común y coincidimos en que Mau tiene el espíritu de un periodista de la vieja escuela y está dotado con las mejores herramientas de su generación. Es investigador nato y un devorador de libros. Le entra a la creación literaria y, sin duda, disfruta del chacaleo, de la búsqueda de la nota. Posee técnica y método.
Hay quien dice que lo veo como a un hermano menor o mi alumno constante. Para nada. La charla con Mauricio es entre iguales.
Sin duda, compartimos referentes, pero es debido a su crítica límpida que en verdad disfruto perder un debate frente a él. Claro, su charla exige conocimientos, información, sin embargo, no es un examen en el que el fin sea chingar al otro. Mau está más allá del bien y del mal.
En verdad que jamás he visto en él dejo alguno de arrogancia. A sus 22 años ya es coeditor en la sección de Opinión de uno de los mejores periódicos del país. Le han publicado notas, reportajes y entrevistas. Además, próximamente sus cuentos serán reconocidos y remunerados.
Agradezco su amistad, pues ha seguido con atención y paciencia la cadena de estrés que padezco en la chamba, a lo que le llamo el síndrome Caín-Abel.
Como yo, sabe de lo absorbente del bendito oficio del periodista y que no hay horarios o días de descanso inamovibles.
Todavía su esfuerzo no gira únicamente en torno al dinero, quiero aprender eso. Aunque quizás él debe aprender a sacarle jugo a las relaciones públicas. Apuesto a que ya le hubieran publicado sus cuentos de saber oprimir los botones indicados.
No obstante, también apuesto doble contra sencillo a su favor.
Mau es firme, es tierra fértil que ya empieza a dar grandes frutos.
Lean su cuento Anécdota matutina, http://mautorresc.blogspot.com/
Por cierto, quizá a alguien le generó curiosidad la frase con la que comencé este post. Así es la que espetó Steven King: "He visto el futuro del horror y su nombre es Clive Barker".
Mau es firme, es tierra fértil que ya empieza a dar grandes frutos.
Lean su cuento Anécdota matutina, http://mautorresc.blogspot.com/
Por cierto, quizá a alguien le generó curiosidad la frase con la que comencé este post. Así es la que espetó Steven King: "He visto el futuro del horror y su nombre es Clive Barker".
8 comentarios:
¿Voto duro?
De la manera que sea, ser asociado a términos políticos me provoca calosfríos.
No, no puedo dejar de lado que (orgullosamente) me formé en Políticas, pero que junto a mi nombre se lean palabras como "dedazo", "voto duro", o hasta "cargada" no puede sino arruinarme la digestión del rico cerealito con leche "lai" que me estoy refinando.
Pero dele, usted dele. Y lea más que los posts inmediatos. ¿O tiene miedo a cultivarse un poco? Juar juar.
Don Omar:
Hombre, favor que me haces al echarme tantas porras, aunque me pongo a pensar en el pobre destino que le espera al periodismo si, como dices, represento su futuro...
En fin, sea como sea me esforzaré todo lo que pueda para tener un papel cuando menos decoroso.
Que si tengo alma de la "vieja escuela", definitivamente creo que sí. Más aún, me parece que compartimos ese gusto por, entre otras cosas, la cultura libresca, ¿o no?
Y bueno, don Omar, no te desanimes por las presiones de la chamba. Ya lo dijiste tú: ambos conocemos los inconvenientes del ejercicio periodístico, pero también empezamos a conocer sus grandes satisfacciones lo mismo que las amistades que ahí se cultivan.
Un abrazo:
Mau (el alumno constante)
Convencida: iremos a los apuntes de Mau... Y luego preséntenos sus textos reporteriles...Sigo en contacto.
Señor, ya veo que también sabe hablar bien de las personas.
Lo que me hace pensar, por qué nunca ha hablado bien de mi?
Es acaso que no pertenezco a su gremio "reporteril", ni me siento como el alcoholíco López-Doriga en la etapa de corresponsal de guerra?
Eso usted lo sabrá mejor que yo.
Qué bueno que ya nos deja comentar en sus textos. Así puede llevar un registro de raiting.
Aunque si por los comentarios pudiera medirse el rating, habría que concluir que este blog es menos visitado que Roberto Madrazo la noche del 2 de Julio.
Cuídese señor, saludos
Víctor
ppf, esto de los comentarios.
muchas veces leo los posts y se origina un pensamiento, pero no lo plasmo porque se me va el avión con tanta prisa y distracción.
he de poner más atención para aterrizar los pensamientos voladores.
con tanto muchacho político, se me antojó estar en una salita, nomás escuchándoles sus puntos de opinión.
un gusto.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo, mi estimadísimo Omar. Aunque hay que resaltar que ambos tienen esa característica digna de un buen reportero. Los dos trabajan incansablemente, aman su profesión (yo también, no digo que no) y siempre andan en busca de nuevas cosas por realizar.
Felicidades a los dos, y doy gracias a esta vida por tenerlos como amigos.
Saludos.
PD: ¿Cuándo el café?
cambio de imagen, wow, qúe ejecutivo, serio, formal, elegante y juvenil luce ,oiga.
buena foto, por misteriosa, jijiji.
Señor, lo bueno es que le dijeron pijo (lo que me hace pensar, qué clase de gachupin mala leche se atrevió a usar esa palabreja tan capulla) y no pija, eso sí hubiera sido un insulto.
Pero usted no es eso, aunque esa foto donde sale presumiendo su Giorgio Armani y su camisa Scappino no le ayuda mucho.
En todo caso es usted un culterano empedernido, pero pijo...
Cuídese y no es advertencia o amenza, eh.
Víctor
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