La desaparición de Majorana
¿Le has visto? “Treinta y un años, 1,70 de estatura, delgado, moreno de pelo, ojos oscuros, larga cicatriz en el dorso de la mano”… es un físico siciliano prominente que ha realizado investigaciones acerca de la estructura del núcleo atómico y, específicamente, de la fisión nuclear (su conocimiento es un arma mortal).
Se sabe (con cierta incertidumbre) que “el 25 de marzo (1938), a las diez y media de la noche salía de Nápoles para Palermo a bordo del barco correo”. Nadie ha brindado datos precisos sobre su paradero. Su nombre es Ettore Majorana.
Leonardo Sciascia va tras los pasos del científico para mostrarnos nuevamente los intríngulis de lo que suena a una historia sencilla: alguien, por medio de un par de cartas, anunció su suicidio, sin embargo, existen pruebas de que el sujeto no llevó a cabo el plan (pues, según explicó en otra misiva, el mar lo rechazó)… pero sí desapareció.
Es en la sicología de Ettore Majorana y, sobre todo, en su trayectoria, tan relevante en la Italia de entreguerras, que hasta Mussolini insistió en buscar al físico, donde Sciascia encuentra lo periodístico del asunto, el nudo de esta pequeña novela.
Como varios autores hicieron para novelar algún hecho real (me vienen a la mente Flaubert, César Aira…) Sciascia construye escenarios teniendo a mano información exhaustiva y se asume como narrador deficiente (contrario al omnisciente), pues él también formó parte de la búsqueda, una con más suerte que la de la policía italiana de principios del siglo XX, hasta llegar a cierto convento cartujo donde desistió de su búsqueda, ¿por qué?
Por Omar Astorga
Ficha técnica
La desaparición de Majorana
Leonardo Sciascia
120 páginas
Se publicará el sábado 27 del presente, en la sección Comunidad de Excélsior.
1 comentario:
¿Para qué leer esto cuando tengo lo mejor de lo escrito en materia policíaca en el guión de 9 temporadas de los X Files?
Y no, no es sarcasmo.
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