miércoles, 21 de noviembre de 2007

Oficio infuso, ciencia infusa

Sólo hubo una clase de la que me corrieron en la Universidad: géneros periodísticos I. No fue porque me haya portado rebelde o petulante (he escuchado varias historias así: un alumno demuestra más conocimientos, pero menor sensatez, que el profesor titular y, por ende, ambos estallan... no fue mi caso, soy demasiado mainstream, creo), sino debido a mi impuntualidad.
El profesor era Enrique Aguilar Resillas, autor de Elías Nandino. Una vida novelada (biografía que el poeta, Nandino, consideró blasfemia, pues él era muy machín y esas historias homoeróticas que en el libro se cuentan son mentiras, ¡libelo!... me gustó el textito, me entretuvo). He aquí una muestra de la obra de Elías Nandino.

CASI A LA ORILLA
Al poeta José Emilio Pacheco
Después de lo gozado
y lo sufrido,
después de lo ganado
y lo perdido,
siento
que existo aún
porque ya,
casi a la orilla
de mi vida,
puedo recordar
y gozar
enloquecido:
en lo que he sido,
en lo que es ido...



Realmente malo, ni hablar.

Aguilar Resillas cree tener un método certero para identificar a quien será un periodista prominente: estrechándole la mano (la llamada I want to hold your hand!). Ello me parece una reverenda jalada, porque, de entrada, quién va a querer saludar de mano al cabrón y permitir que "palpe" hasta llegar a su grandiosa conclusión. Y no se piense que es ardor, porque, insisto, yo jamás le estreché la mano...

No obstante, ¿hay algo que, a simple vista, caracterice a los grandes?

Hace unos días la periodista Elia Baltazar (investigadora nata, con aspecto de egresada de la ENAH) me preguntó algo parecido: ¿qué es un editor? No lo pensé mucho, es un lazarillo, le contesté, sin precisar que ese resulta sólo un aspecto del oficio peonero del editor...

Elia entrevistó a Rosa Montero, colaboradora de El País Semanal, en la que aborda el vínculo entre la literatura y el periodismo. De la española he leído Historia de Mujeres (el prólogo es de lo mejor de la obra, así como las biografías de Agatha Christie, Alma Mahler y Simone de Beauvoir) y varias de sus entrevistas (lean la que le hizo a Pamuk).

Vamos con el trabajo de Baltazar:

Retrato hablado de la periodista y escritora española, Rosa Montero
Por: Elia Baltazar

Periodista y escritora española, a Rosa Montero se le reconoce tanto por lo primero como por lo segundo. Aunque ella preferiría cambiar el orden de los adjetivos: "El periodismo es un oficio que me gusta mucho y me ha dado mucho, pero no es más que un trabajo que podría dejar mañana. La narrativa, en cambio, es mi manera de ser, mi manera de vivir".

Ha descubierto que la suya es una literatura de supervivientes. Se define como un zorro en su labor de escritora: "siempre en busca de nuevos paisajes". Detesta la sobrevaloración de intelectuales y escritores y le irrita la narrativa con apellido, ya sea ecologista, pacifista o feminista, "aunque yo como ciudadana pueda ser todo eso".

Sabe que hoy los buenos libros compiten despiadadamente con la novela utilitaria, de quiosco, el best seller. "En todo el mundo hay una literatura utilitaria. El mercado literario ha cambiado mucho, ha introducido las mismas técnicas, muy agresivas, de la publicidad. Que por un lado han venido bien porque han acercado el libro a la gente, pero también han ramificado mucho el libro, por eso vemos esas pilas de bests sellers que han puesto mucha presión en la escritura. Sin embargo, un autor de novela debe estar al margen de esas presiones económicas, y aunque debe adaptarse, también debe hacer la gimnasia necesaria para defenderse de esa presión y no permitir que afecte su libertad interior".

Embarcada en el género de la aventura que desarrolló en su novela, Historia del rey transparente, Rosa Montero es muy clara a la hora de distinguirla: "la novela de aventura es un reconocimiento de lo que somos, un viaje existencial a las profundidades de la realidad, mientras que lo otro, el best seller, está hecho para huir, para escaparse, aturdirse y no pensar".

"La novela es una esquizofrenia autorizada"

Un torrente de ideas se dispara en las palabras de Rosa Montero, a la hora de conversar sobre su obra literaria y defenderla de los clichés: "No tengo interés en escribir sobre mujeres. Escribo sobre el género humano".

Así fluye la conversación con Montero acerca de sus pasiones literarias y los caminos recorridos como lectora apasionada de la historia que la llevaron a escribir Historia del rey transparente."Es un libro de madurez, el más ambicioso y complejo que he escrito. Una cosa que me enorgullece es que esa complejidad no se nota. Aparentemente es muy sencillo, y esa aparente simplicidad es un logro de la madurez. John Steinbeck decía: ‘Lo mejor es siempre lo más simple’. Lo malo es que para ser simple hace falta pensar mucho. Este libro no lo hubiera podido hacer antes, porque no tenía la libertad interior para hacerlo, esa seguridad para meterme en una historia de aventuras.

"De los libros que he escrito, es el que más se acerca a esa idea de libro esencial que llevas en la cabeza desde la infancia. Esos libros que me formaron como lectora y como persona, libros maravillosos de aventuras que me explicaron cómo era el mundo: El libro de la selva, de Rudyard Kippling; Moby Dick, Herman Melville, El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Son luminosos y tremendos libros de aventuras que ofrecen un modelo del ser humano y una explicación del mundo.

2 comentarios:

Pável dijo...

Yo creo que si algo caracteriza a los grandes, es el hecho de haber sido corridos de la clase de Géneros Periodísticos I, por zánganos e impuntuales.

Al menos a usted lo corrió alguien con ínfulas de escritor, a mí me corrió una obesa mal vestida que no tenía nada qué enseñarme.

¿Sabe su nombre? Si no, especule.

Unknown dijo...

Omar, gracias por el honor:

Elia