sábado, 8 de marzo de 2008

“La violencia no es partera de la historia”

Jesús Ortega, candidato a la dirigencia nacional
del PRD


Aunque de joven fue tentado para convertirse en guerrillero, el paisano de López Velarde optó por la movilización política mediante un partido


Por Andrés Becerril
andres.becerril@nuevoexcelsior.com.mx







Jesús Ortega Martínez pasó la infancia entre el jardín de San Marcos y las vías del ferrocarril, en Aguascalientes. Aunque pobre, en la mesa de su casa, en el barrio de Guadalupe, siempre había algo que comer. El perredista comenzó a involucrarse en rebeldías estudiantiles desde cuando vivía allá, en la tierra de Ramón López Velarde.

Viaje al terruño
Aquel tipo de batallas no le resultaron ajenas a Ortega, heredero de luchadores sindicales: "Mi padre participó en el movimiento ferrocarrilero de 1958, 1959, el movimiento vallejista y, bueno, por eso había en mí un sentimiento de inconformidad, de rebeldía".

Este candidato a la presidencia nacional del PRD logró convencer a sus padres, Juana María Martínez y Antonio Ortega, y en 1973 tomó sus chivas para instalarse en la capital del país. Vino a estudiar ciencias biológicas en el IPN, desde donde comenzó una carrera de luchador social.

"Como muchos jóvenes de provincia, en Aguascalientes comentábamos que venir a estudiar a la gran metrópoli, a las grandes instituciones como la Universidad o el Politécnico, era un desafío, y eso fue lo que me motivó a ir por nuevos aires, nuevas visiones", cuenta Ortega.

A pesar de que su vida profesional se desarrollo en la Ciudad de México, nunca se desvinculó de su terruño. Ahí estudiaron sus hijos, ambos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Uno de ellos, Francisco Javier, terminó la carrera de diseño gráfico y, el otro, José María, la de historia. Ahora está haciendo una maestría sobre arqueología en Barcelona.

Nuestras vidas son péndulos
En 1973 Ortega llegó al Politécnico. Recuerda que "estaba muy reciente la matanza del 10 de junio (1971) y los acontecimientos de 68, y en el Politécnico, como Universidad, había inquietudes y protestas, a veces soterradas debido a la represión oficial y por eso se formaron lo que se llamó comités de lucha de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas o el comité de lucha de la Esime o de la Esca. Ahí empecé mis actividades políticas estudiantiles".

En el IPN definió que el rumbo de su lucha política sería pacífico. Como muchos jóvenes de su época, fue seducido para tomar las armas e incorporase a alguno de los grupos armados que proliferaron en la década de los setenta.

Por aquel entonces uno de sus hermanos, en Aguascalientes, se había involucrado en un movimiento de formación del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y, un día que llegó a la Ciudad de México a una reunión, invitó a Jesús Ortega.

"Me llamó mucho la atención: jóvenes participando en la creación de un nuevo partido político de izquierda. Entonces me involucré y ahí empezó mi colaboración política en un partido, en el Socialista de los Trabajadores".

Por este sobrio estilo
Sobre la posibilidad de tomar las armas, el aspirante a líder nacional del PRD admite que sí fue tentado para seguir tal derrotero y cuenta:

"Cuando te digo que varios compañeros se integraron es que en realidad se integraron a los movimientos armados, y claro que fui en varias ocasiones invitado y no dejé de pensar en la posibilidad de integrarme. Pero lo digo con toda certidumbre, nunca pensé que esa fuera la opción.

"Yo entendía que se necesitaba un partido político, una organización de gente convencida de la transformación del país y, aunque me invitaron en varias ocasiones y asistí a varias reuniones clandestinas, no le entré, porque ya tenía decidido no participar en un movimiento armado y sí participar en la formación de un partido político."

Fuensanta: dame todas las lágrimas del mar
Ortega todavía tiene frescas en la memoria las imágenes de las personas a quienes conoció en Politécnico y que habían muerto en la refriega contra las fuerzas del gobierno.

"Me daba coraje y una gran indignación saber que hubiera fallecido gente con la que había trabajado, por ejemplo, en Ciudad Nezahualcóyotl o en Ecatepec. Entonces quedaba un sentimiento de rabia y, por ello mismo, yo siempre he creído que esa no es la vía".

Admite que el marxismo incluye como una de sus tesis que la violencia es la partera de la historia pero, incluso a sabiendas de que se trata de una conclusión toral, no la compartió, por tener la certidumbre de que se necesitaba, más que un movimiento guerrillero, una gran acción popular de masas y, para ello, se requería un partido.

"Por eso, a pesar de la indignación que me causaba la muerte de mis compañeros, siempre tuve la certeza de que se necesitaba la organización de un gran partido de izquierda."

En mi pecho feliz
A Jesús Ortega no le incomoda ser considerado un socialdemócrata, aunque dentro de la geometría política prefiere definirse como demócrata de izquierda. Y se explica:

"Han pasado los años y estoy seguro de que siempre me he movido en la condición de un demócrata de izquierda. Es decir, sé que tengo que luchar, sé las cosas que deben transformarse para que haya igualdad, justicia social y de carácter económico; que las cosas ya no pueden seguir con tal injusticia, pero eso no implica terminar con las libertades políticas y tampoco imponer una dictadura del proletariado, como lo entendíamos antes, o cualquier tipo de dictadura.

"Ser de izquierda, lo digo ahora y esto ha sido parte de un proceso, implica ser demócrata. Que no puedes separar una cosa de la otra, que no se puede ser de izquierda y no ser un demócrata. Que no se puede ser progresista y avanzado y desdeñar la democracia. Y que no se puede ser de izquierda soslayando el ejercicio de las libertades individuales y políticas. No es verdad que la dictadura empata con el socialismo, con una visión progresista y de izquierda", dice.

La sangre devota
"Yo soy de una familia pobre, pero es verdad que no fue una situación de extrema pobreza, como los campesinos de Guerrero o de Hidalgo. Mi padre era ferrocarrilero y, mi madre, obrera textil. Yo vengo de una familia realmente pobre. Mi abuelo paterno también fue ferrocarrilero y, el materno, pequeño comerciante. Es explicable que aquellas condiciones tan terribles que vivieron muchos jóvenes, viendo a sus familias tan pobres, los condicionaran a tomar las armas, sin embargo, fui tomando decisiones, porque hay gente que vivió en ese entorno de injusticia, de pobreza y represión y también optaron por la lucha política, pero no por la vía armada".

Ortega sostiene que las revoluciones no son sólo resultado de la pobreza, sino de muchos otros factores que abren la posibilidad de un gran cambio, entre éstos, dice, está la presencia de una gran organización.

"En estos años he aprendido que los cambios en los países no se dan solamente porque los que están gobernando ya no pueden, se dan porque surge la alternativa y la gente la ve como una manera de transformación, no son la sangre y la pobreza las únicas condiciones para las transformaciones, se necesita la existencia de la alternativa".

"Por eso me explico que no es condenable la decisión de la gente que ha tomado las armas para cambiar las cosas, son entendibles, pero también pienso que hay que oponerse a una salida de esa naturaleza, hay que razonar que una salida así no es correcta, no da buenos resultados, no es verdad que la violencia sea la partera de la historia, ahí difiero con Marx. No es verdad que las revoluciones deban de ser armadas para que resulten reales. No es verdad que deba haber cuota de sangre y sacrificios para que haya cambios."


Una trayectoria de 28 años

Ortega fundó en 1999 la corriente Nueva Izquierda dentro del PRD. Antes de ello, su trayectoria se nutrió con varios cargos públicos. Este 2008 es, por tercera ocasión, candidato a dirigir al sol azteca:

  • A sus 28 años fue nombrado secretario general del Partido Socialista de los Trabajadores en el Distrito Federal.
  • Como diputado de la LI Legislatura participó en las Comisiones de Programación y Presupuesto, Cultura, Ciencia y Tecnología, y del Trabajo.
  • Resultó elegido diputado federal para la LIV Legislatura.
  • Fue coordinador del grupo parlamentario del PRD en la LVI Legislatura.
  • Para el período 2000-2006, fue elegido senador de la República y coordinador de su grupo parlamentario.

No hay comentarios: